bicicletas

Rodrigo me dio una idea cuando íbamos caminando por el barrio concha y toro: - me gustan esas bicicletas con el volante en alto, son muy cómodas. Le dije, en alusión a un chico que conducía a toda velocidad por la calle en una bicicleta negra, de las que me gustan. - deberías escribir sobre eso en tu blog. me comentó. No sé porqué se le pasó eso por la cabeza, pero dicho y hecho. Hoy estoy frente a la pantalla tipiando unas ideas, con un residuo de cerveza en la cabeza, y con un frío que me congela los dedos. Las bicicletas. He tenido todo un tema con ellas. desde niña me costó conducirlas, pero cuando agarré vuelo y sin las famosas rueditas de atrás no hubo quien me parara. Recuerdo una rosada con canastito, todas las chicas de mi barrio la envidiaban, pero yo no le tenía tanto aprecio, porque deseaba la de un vecino. Quería andar en las bicis de los hombres, pero la mía estaba muy lejos de eso, ya que era muy femenina y yo jamás lograría conducir como los niños, asi de rápido y sin miedo a caerme. Un día mi bici murió. Sus ruedas se pincharon y como mi papá no vivía conmigo y mi madre no tenía tiempo de mandarla a un servicio de urgencia, la bici rosada cagó y luego me quedó chica. A partir de ahí núnca más me subí a una. Desde ese minuto, preferí comprarme una radio y grabar música y cassetes, en vez de salir andar en bici. Tenía 8 años y me convertí en una vieja chica, que tejía ropita de muñecas y escuchaba la radio todo el día en la terraza que mi mamá había diseñado para mí. Desde que murió la bici rosada nUnca le pedía al viejo pascuero otra, y de hecho se me olvidó ese temita. Ya cerca de los 16 una amiga me dijo "toma la bici de mi hno y vamos a comprar". No me pude subir. Se me había olvidado completamente andar en bicicleta, pese al típico comentario "nooo si eso es como andar en bici núnca se te olvida" bueno fui la exepción a la regla. Se me había olvidado y me daba una lata enorme estar dando explicaciones del porqué no andaba en bici. Pasaron los años y mis hermanitos chicos tuvieron una, entonces me puse a practicar, ya pailona con 19 años, sola en le patio de mi casa, sin que nadie me viera, salvo mi perro "niño" que me molestaba a cada rato y se me tiraba encima. Empecé andar en mi patio y dar vueltas (en ese tiempo tenía una casa con un patio enorme) hasta que por fin, volví a tener el mismo equilibrio y a perder el miedo. Al cambiarme de casa salíamos con mis hermanos a dar vueltas por el barrio, ir a comprar helados y a tomar un poco de sol en la rotonda cerca del bar de don arturo. Mi novio en ese entonces se movilizaba en una bicicleta antigua, blanca y muy grande, que la heredó de su abuela. No tenía frenos y núnca pude pisar el suelo arriba de esa reliquia. Estaba empecinada en subirme a ella y dar aunque sea la vuelta a la manzana, pero el hecho de que no tocara el suelo, me ponía los nervios de punta, me daba una rabia enorme y la dejaba tirada. Luego comencé a darme cuenta de que se usaban las bicis antiguas, de que las marcas habían comenzado a sacar modelos con canastitos, pero que eran muy artificiales. Yo andaba detrás de un modelo lassen beach. Una playera como le dirían los argentinos, sin tapabarros ni adornos. Pero con el volante arriba y negra (para seguir mi tradición de color). Aún no la consigo, pero tengo una de modelo sport, que es bastante buena y fiel. Salgo los domingos sola a dar vueltas con el viento en la cara, me hace pensar y distraerme de la rutina. Espero que me llegue alguna oferta y asi comprarme la bici que hoy ví en brazil, camino al bar. si alguien tiene el dato..favor contactarme..pago hasta 50 lucas