miércoles, noviembre 14, 2007

Es pa cios pri va dos

La pieza. La simple pieza puede ser un aliado fundamental en tu vida si es que la sabes aprovechar y cuidar. No necesariamente significa que todo esté en orden y con una limpieza pulcra, sino poder hacerla tuya y sentirte bien. Llegar a ella, encerrarte si es necesario y esperar que te hable y te haga recordar imágenes. Pensar en la gente que ha entrado y lo bien o mal que lo has pasado ahí dentro; los momentos de llanto, rabia, las conversas con tus amigos, la mejor noche de sexo que tuviste con ese personaje y las veladas de estudios o trasnoches de cine, lecturas y oidas musicales.


En mi caso pasa algo muy divertido. Duerno en un cuarto ínfimo, ya que es la pieza de servicio al lado de la cocina y pese al poco espacio me encanta estar ahí. Decidí venirme para poder escuchar música hasta tarde y no molestar por el sonido de la tv o mis veladas en el computador. También porque es mi espacio privado, independiente y poseo un baño. Otro lugar que adoro además de mi pequeña pieza, ya que es mi closet y camarín, es el lugar donde cada vez que entra una amiga o amigo se queda unos minutos mirándose al espejo, leyendo unos textos, maquillándose o mirando los collage de textos y fotos que tengo.

Esta imagen tiene un año y actualmente esta con más ropa, más fotos y más luz. Los que han tenido la posibilidad de entrar saben de lo que hablo.

martes, febrero 06, 2007

matta con sn ignacio

desde 1983

Viví ocho años en ese barrio. En el departamento de mi abuela ubicado justo en la esquina de Matta con Sn Ignacio de Loyola. Eran unos blocks que tenían la particularidad de tener enormes patios y juegos para todos los residentes.
Los recuerdos son más de lo que pudiera describir y pensar, y a la cabeza se me vienen las imágenes de mi mamá en los patios gritándome que no me alejara de su vista. Las comiditas que hacía con unas hojas verdes y jugosas y unos mini tomates que brotaban de algunos arbustos, y mis vecinos, uff de temer! Puros chiquillos de moledera que no tenían piedad con las niñas ni con los viejos. Corriendo y tirando tierra, ellos eran los que daban vida a los “blocks” y enfurecían a las señoras más copuchentas y brígidas del lugar.
Bueno de ese período son estas fotos, del departamento de Matta, el cual tenía un cómodo living, que entraba hasta la piana alemana heredada por mi abuela - ojo no piano- Ya que la diferencia era que sólo se hicieron 5 pianas en todo el mundo y este instrumento era el doble de un piano común y silvestre, con grandes patas y una enorme cola.

Ahora Av. Matta está de capa caída y pese a tener el lindo Parque O`higgins con sus botes de colores y muchas cosas que hacer, la gente que visita el sector no cuida el entorno. Las calles sucias y los almacenes donde solía comprar ya no son como antes. Desde hace 15 años mi antiguo barrio fue mutando y sólo quedan los recuerdos de mi abuela que aún vive en ese departamento, que al menos sigue tan bonito como antes. Pero pese a los cambios del entorno, cuando voy de visita a su casa me transporto como en una máquina del tiempo y vuelvo a ser la misma cabra chica de antes.
La que se acostaba con chalecos de lana tejidos a mano en una camita bien arropada a tomar leche y a ver dibujos; la que jugaba con los artículos de oficina, y la que no sentía tantas responsabilidades ni deberes como ahora.
Encontré estas fotos que merecen subirse a mi blog, donde estoy con mis papás "patricia & ricardo"; la segunda es una imagen navideña junto al árbol hecho por mi padre de palitos y papel y la última foto soy yo a los dos años con mi memé, mi querida abuela marina.